viernes, 3 de julio de 2015

Maldito tiempo

Y un "no te vayas" o un "quedate un poco mas" o quizás un " venga anda, solo unos minutitos y luego ya nos vamos", eso, eso es lo que a veces nos da la vida, ver a esa persona arañando cada resquicio de tiempo que rompe cada día de nuestras vidas, ahogándonos lentamente y haciendo tan largas las horas indeseadas que hasta te lleva a la locura. Y dime, ¿quién no tuvo un día eterno? O ¿quién no deseó que un momento durase eternamente? El tiempo... Que abstracto y traicionero, juega con nosotros, día tras día, hora tras hora, haciendo de nuestra existencia una mera cuenta que al final se resume en aquellos momentos vividos a contrarreloj y aquellos que no terminan nunca

miércoles, 20 de mayo de 2015

La perfección lleva su nombre

Y juguemos a ser dos tontos enamorados que se quieren con locura cada noche, que se pierden entre las sábanas para acabar empapados en sudor, con la respiración un tanto cortada y los labios rajados de tanto besarse. Juguemos a que pasan las horas sin que nos demos cuenta y otra vez se hizo la hora de despedirse, con el corazón un poco encogido y pocas ganas de decir adiós a un maravilloso día, para tener que esperar con impaciencia el siguiente, que se resiste, se hace esperar y parece que nunca llega. Y ahora, que ya sabemos las reglas, que somos uno solo, tiremos todos los convencionalismos y vivíamos nuestra propia vida, a nuestro ritmo, con nuestras caricias que erizan la piel, con besos que paran el tiempo y abrazos que cortan la respiración, porque son esos instantes los que hacen que enloquezca cada tarde que pasa, que vea en tí todo lo que no había visto... Joder, ¿cómo lo haces para volverme loca? Solo te pido una cosa, prométeme que, ante todo, esto no será solo un juego absurdo, que durará siempre y te tendré cada noche en mi cama, esperando con impaciencia después de un largo día.

martes, 5 de mayo de 2015

En ese lugar al que llaman paraíso

Esa tarde encontró el paraíso sobre su pecho, no sabía en que momento llegó a aquél momento ni a ese lugar, pero algo tenía claro, no quería volver a levantarse de ese pecho que le estaba devolviendo la ilusión, la esperanza y las ganas de creer que todavía había gente buena. ¿ De dónde salía tanta perfección en una sola persona? De verdad, todavía no creía que pudiera existir, todavía se plantea cada noche si de verdad ella puede estar viviendo esto, si por fin cada uno de sus dolores se habían convertido en alegrías... Entonces lo miraba, y veía sus ojos con su preciosa sonrisa a juego, y le daba igual todo, solo quería hundirse en el y no irse nunca, porque por una vez había topado con unos brazos que la abrazaban, y que no la ataban, unos labios que la saboreaban y no le arrancaban besos, por una vez la hacían sentir que de verdad era alguien digna de querer, no una simple y vulgar niña que iba de mano en mano, y a la cuál nadie le dio la oportunidad de querer...
¿Era éste su momento? No lo sabía, y seguramente no lo sabría, pero en aquél instante, sobre su pecho, todo era perfecto, y aunque le estaba entregando el poder de destruirla, quería creer con todas sus fuerzas que él no lo haría, que era distinto a todo lo que había conocido, y que por una vez algo en su vida sería perfecto, tal como lo era él.

jueves, 23 de abril de 2015

Quiere(te)

Ella soñaba con noches en vela y amaneceres cálidos, con manos en sus manos, con labios que besar.... Ella soñaba con alguien al quién contar sus decepciones y alegrías, alguien que la consolara en los días grises y le regalara una sonrisa en los felices.... Supongo que ella soñaba con el amor en toda su plenitud, buscando con exactitud alguien con pulcritud en la mirada, que la sostuviera en sus brazos sin necesidad de que ella se lo pidiese... Pobre ingenua, todavía cree en los finales felices, en las personas de sentimientos puros y palabras claras. Querida, olvida todo lo que piensas acerca del amor y reinventate en la mejor de tus formas, quierete tu y deja que otros se destruyan mientras tu corazón permanece aislado de todo daño, porque ya ha estado expuesto demasiado tiempo al público, que se dedicaba a romperlo una y otra vez, como si de una baratija se tratase.Hazme caso, olvídate de ellos y recuerda, nadie te va a conocer tanto como tú a ti misma.

viernes, 17 de abril de 2015

Sabes como ayer

Sabes como ayer, cuando jugábamos a ser dos críos disfrutando de cada momento, de cada tarde que nos sabía a poco, y poco a poco crecimos, nos perdimos irremediablemente en nuestros caminos insaciables de futuro, mientras que nosotros, éramos simples espectadores buscándonos en otras personas, en otros rincones, con la inconfundible sensación de decepción al no toparnos con aquello que tanto ansiábamos encontrar. Qué triste ya no poder saborearte, no poder tocar tu piel color canela, y no poder mirar tus ojos miel; qué triste que sean otras manos las que recorren tu cuerpo desnudo cada noche, que sean otros labios los que te roban besos en la mañana, cuando siempre era yo quién te levantaba, te preparaba un café y me sentaba a observar como tu cuerpo se contoneaba de un lugar a otro del piso, como si siguiera una melodía que tan solo él sabía interpretar. Qué pena que todos los recuerdos te los llevaras envueltos con tus cajas y sólo me dejaras una casa vacía de tu esencia, de tus risas, de tus andares que me hipnotizaban, de tus gritos ansiosos, placenteros, ahogados en mis labios, que ahora sólo buscan consuelo en otras bocas, que nunca le quitan ese dolor que le dejó aquél ultimo beso que me diste en la que era nuestra cama. Pero de repente, me topo contigo, con la chica del pelo revuelto y la ropa perfecta, mas para cuando te encuentro, te hayas de la mano de otro, que ahora sostendrá tus ojos y sonrisas, que te consolará en esos días difíciles, y que te llevará a otro restaurante dónde será a él a quién le quites el postre...
Qué broma mas cruel del destino tener que verte, rebosante de alegría sin mí, mientras mis ojos se llenan de lágrimas, cuando sin esperarlo, se topan con los tuyos, que se tornan a un color grisáceo, oscuro, como si detrás de ellos corrieran todos aquellos momentos que me atormentan cada día; y yo, que nunca he podido soportar verte triste, te regalo la mejor de las sonrisas, llena de esperanza, de recuerdos y de alegría por verla, pero ella, simplemente aprieta los ojos, dejando caer una lágrima y tira de su mano para alejarse entre las calles en las que un día vieron como nos queríamos.