Te miras al espejo y no te reconoces, sólo ves un rostro, una cara que te resulta familiar, unos ojos que antes brillaban y ahora se ven oscuros, sombríos, sin vida... ¿Quién es esa que te observa desde el espejo? Sé parece a ti... Si, definitivamente es cómo tú, sólo que ahora no sonríe, ni siente, ni tiene nada por lo que sentir. ¿Dónde está esa sonrisa que iluminaba tu cara? ¿ Y esa gracia al andar? Ni si quiera te reconoces interiormente, nada es igual, nada... ¿Quién eres? No te conozco, eres una extraña que vive en mi cuerpo, que actúa y toma decisiones por mí ¿qué has echo conmigo? O, mejor dicho, ¿que han echo conmigo?
Sé ha perdido todo, y que remedio queda sino mirarse al espejo y aparentar que todo sigue igual, que sigues siendo la misma, mientras en tu interior una guerra arrasa con lo poco que quedaba de ti.
domingo, 16 de febrero de 2014
Ruinas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)