miércoles, 28 de noviembre de 2012

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Un día me encontré con el destino. y el me dijo que a cambio de mi silencio me concedía un deseo, yo, astuta, le pedí paz y tranquilidad en mi vida, y ésta, con un ligero movimiento de su mano, tocó mi cabeza, y dijo: "tendrás lo que deseas, intrépida niña. mas, no sera como tu esperas que sea, pero, no temas pequeña, que yo siempre cumplo con mi palabra". Entonces, el destino desapareció antes de que mis ojos parpadearan, y yo, presa de los nervios, esperaba impaciente a saber que quería decir con aquello de "no sera como esperas que sea". Esperé y esperé, más mi espera no fue en vano, ya que en mi vida, apareciste con un mensaje entre tus manos: "pequeña niña, aquí tienes lo que pediste, un hombre que aportará paz y tranquilidad a tu vida, tal y como dijiste, espero que sepas cuidarlo, recuerdos, tu destino"

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