miércoles, 26 de septiembre de 2012

Su pelo se cruzaba por su cara tapándole esos preciosos ojos verdes amarronados que poco se dejaban ver. Aceleró su paso, quería llegar cuanto antes. Delante de ella un gran cartel, por fin ha llegado. Se apresuró a entrar antes de que aquel temporal estallara definitivamente en un sin fin de gotitas cayendo. Ya estaba dentro, dentro de aquel edificio lleno de gente, gente que viene y va, gente que huye,y, que por el contrario, quisiera permanecer allí. Ella continuo su camino, sin mirar a su alrededor, sin pararse a pensar en lo que estaba pasando, ya que, ella era de la opinión de las que cuanto menos lo pienses, menos sufres, pero, hasta ella sabia que esa frase nunca fue cierta. Llegó hasta ese enorme cartel y apresurada buscó su tren- Andén 3, estacionado. -Perfecto-pensó. Su corazón latía cada segundo mas rápido, ella sabía la razón, aunque no quisiera admitirla. Se dirigió hacia su tren, hacia aquella que creia su "salvacion". -Leche- dijo para sí. La puerta del tren estaba cerrada. No sabia que hacer, su cerebro estaba programado para llegar y subirse, e intentar olvidarse de todo y sufrir lo menos posible, pero ahora ¿que hacia? ¿Se sentaba en el  banco ese que esta justo enfrente de la cafeteria?¿O se quedaba de pie esperando a que abrieran? Estaba bloqueada, su cabeza ya estaba lo suficientemente saturada como para pensar en eso. Decidió quedarse ahí  quieta, sin pensarlo menos posible, intentando bloquear su cabeza, pero sin resultado alguno. Metió la mano en su bolso, y con cuidado sacó aquel viejo MP3 desgastado que se compró hacía ya unos cuantos años. Lo encendió esperando encontrar la tranquilidad que buscaba. Entonces, esa canción llego a sus oidos, esa que le recordaba tanto, esa que tanto escucho sin verle sentido y que en ese momento, lo cobró. En sus ojos se podia leer todo la tristeza que escondia tras esa cara de dura. Ahi estaba ella, intentando subirse a aquel tren que la llevaria lejos, que quizas, y con suerte, la alejaria de todo aquello. De repente, una mano en su hombro la saca de aquella cancion, de su cancion. Él. Ella no podia creerlo, no queria creerlo, nunca pensó que pudiese suceder, ya que nunca creyo en eso del amor.
-No te vayas por favor
-Es lo mejor para los dos
-Yo creo que es lo mejor para ti
-No, lo mejor para los dos
Ella no lo creía, no queria creer que alguien se preocupase por ella como para ir hasta alli y decirle que se quedara.
-Dime una sola razón por la que eso me beneficiaria
-Pues por que así saldría de tu vida y encontrarías a alguien que de verdad mereciera la pena
-Ya la he encontrado, y esta delante de mi, mirándome directamente a los ojos, diciéndome que se tiene que ir por que tiene miedo de admitir que se ha enamorado, y dándome extrañas escusas de las que se quiere convencer a ella misma, pero que solo sirven para que se haga mas daño a si misma...
-No tengo miedo a enamorarme
-Entonces mírame a los ojos y dime que no me quieres, dime que esas tardes en mi casa no te gustaron, que esas noches que acababan con un no quiero despedirme eran mentira. Mírame a los ojos y dime que lo que veo ahora mismo en tus ojos no es tristeza e incertidumbre. Dímelo, mirándome a los ojos, y cogeré todo lo que tengo y desapareceré de tu vida para siempre.
Ella alzó la mirada lentamente, tenia miedo a encontrarse con esos preciosos ojos marrones que tanto le gustaban. Fijo sus ojos en los suyos, e intentando vencer a su corazón lo único que pudo decir fue:
- Lo siento, no puedo decirte que no te quiero.
Y sin esperarlo, unió sus labios con aquel chico que había conseguido arrebatarle el corazón




No hay comentarios:

Publicar un comentario